Archivo para familia

Día 362 (28-01-2014) feliz cumpleaños papá!!!

Papá y yo no siempre fuimos tan unidos como ahora. De hecho nos pasamos años buscándonos errores… para que luego, después de una gran discusión, convertirnos en lo que somos… no tengo palabras para describir muy bien lo que somos, pero puedo decir que pasamos más tiempo en abrazos y cariños que en resentimientos y enojos.

Hemos caminado bastante, y nos ha costado adaptarnos en medio del camino, pero que buena caminata ha sido. Recuerdo cuando me gradué de médico, solamente le dije «gracias por todo, este triunfo es tuyo, lo sabes», sé que más de una vez creyó que no sería posible, porque tuve tantos tropiezos mientras intenté ser médico… pero papá estuvo ahí, a veces enojado, pero siempre estuvo.

Hoy es su cumpleaños y estamos lejos… como si supiera todos los años que lo tendré cerca… duele la distancia en estas fechas especiales, cuando dan ganas de abrazar más, de mimar al cumpleañero… pero, así mismo es la vida dice papá… es parte de crecer.

En unos días más nos veremos, ya vuelvo a casa… vuelvo a mi ciudad, a mi familia, a mis sitios favoritos, con mi gente favorita…

Feliz cumpleaños Clodo de mi vida! gracias por el apoyo, por el amor, por los principios, pero sobre todo porque me enseñaste que es posible hacer realidad lo que uno sueña, pero que se necesita trabajar para eso.

Te amo pa!

Día 355 (21-01-2014) papá y su rodilla nueva

Hoy viajé nuevamente a Quito, papá tenía control de su nueva rodilla. Han pasado cuatro meses desde su cirugía, entre sube y baja de dolores y emociones… las cosas han salido bien, aunque papá estaba un poco incrédulo.

El colmo de todos los médicos es que la mayoría de las personas te reconocen como uno, excepto en tu familia, ellos son la minoría… los que se automedican, los que toman los productos naturales, los que ven algo en la televisión y creen que es la salvación a sus dolores… si le sumas un proceso postquirúrgico, no te creerán mucho, hasta que un doctor «grande» les diga lo mismo que les dijiste tu.

Eso nos pasó hoy, cuando el Dr. Paliz que es el traumatólogo que operó a mi papi y que fue mi maestro en mi rotación de traumatología y ortopedia en el internado, le dijo que está muy bien, que se sorprende de su avance. Solamente en ese momento, mi papá creyó todo!. Por mi no hay mucho conflicto mientras se sienta animado y siga adelante con su recuperación.

Almorzamos con mi ñaño José, conversamos de cómo nos va, de los cambios que a veces damos en la vida… estábamos muy contentos, siempre es bueno disfrutar el tiempo en familia, así sea corto.

Mientras esperábamos que el taxista llegue a recoger a papá, me encontré con una maravillosa sorpresa… Mónica cruzaba la calle, con una gran sonrisa… y se dirigía hacia mi, aún no la reconocía, hasta que la vi de cerca y era ella… la valiente y alegre «Mónica»… me cuenta que está bien, que sigue en controles con el oncólogo… me muestra su cabello largo y rizado. Son esas alegrías de mi profesión que no se pueden describir.

Más tarde, la terapia de la risa con Andrea e Italo… en la noche micheladas, vino, pasta… y más risas.

Día 335 (01-01-2014) bienvenido 2014

La felicidad de estar en casa, de preparar una cena, de que mamá decida hacer un año viejo… de que yo haga el único postre que recuerdo (postre de limón), todo para festejar el fin de un gran año y el comienzo de otro… y festejarlo en familia, una familia que ha crecido gracias a la presencia de Andre y del pequeño Sebas que nos llena de alegría… que ha hecho renacer cosas que teníamos perdidas…

Brindar, brindar por lo vivido, por lo que vendrá… brindar por ser familia y estar vivos. Comer el pavo que mi ñaño José ha traído, las papas cocinadas con mayonesa… la chicha… el postre…

Jugar como niños encendiendo las estrellitas… mientras esperamos que sean las 00h00 que indican el nuevo año… ver a papá que nunca ha encedido ni jugado con una varita de estrellas… hasta consumirnos 6 cajas… luego si quemar el viejo… el viejo que a cada uno le dejó o le quitó algo.

Saltando, riendo, brindando…!!! abrazar a los vecinos mientras deseamos lo mejor…

… y luego… esperar… esperar para retomar las energías para empezar con pie derecho un año con nuevas oportunidades y metas.

Hoy regreso a Latacunga, con la ilusión de aprovechar mis últimos días como médico rural… y volver a casa… para quedarme un tiempo… y luego… seguir soñando… trabajando… viviendo.

 

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Día 334 (31-12-2013) 2013, el MEJOR año de mi vida

Hace un año, sospeché que a lo mejor este 2013 podía ser un gran año, mi sospecha se fundamentaba en que el 13 es mi número favorito… así que talvez ese número podría regalarme algo de alegría…

Así empecé el 2013

«Esta va por todos aquellos sueños… Que se encienden igual que las luces que indican un nuevo año»

Lo que vendría después, sería incluso más de lo que imaginé que podría vivir en un año:

!Terminé la tesis!, la diserté el 7 de enero… ya así haría uno de mis sueños realidad, me convertí en médico, después de años de reír y llorar, después de pasar ciclos y perder otros… pero ahí estaba, firmando el acta de grado, porque siempre creí que era posible, porque siempre he creído que los sueños dejan de ser sueños cuando uno trabaja para hacerlos realidad.

En febrero inicié aquel año con el que había soñado, mi año de medicatura rural, me fui lejos de casa, a Latacunga, una ciudad fría, desconocida… pero con una meta por cumplir, vivir la medicatura rural al 100%, así fue como nació este blog en el que escribo sobre el último día del año.

En marzo sería la incorporación como oficial médico de la patria… se me ocurrió la gran idea de en lugar de lucir el típico vestido, usar una camiseta que diga «future doctor» porque ya no era futura doctora, ese día YA era doctora. Una doctora FELIZ!

camisetazo de grado

La vida seguiría sorprendiéndome, pero la mayor parte del tiempo, lejos de casa… y no porque «nadie es profeta en su tierra», sino porque creo que donde quiera que uno vaya, siempre hay que dejar una huella… y eso he hecho, lo digo con mucho orgullo pero sobre todo con humildad.

La mayor culpa de esta indescriptible felicidad que he venido sintiendo tiene un nombre: #ruraleando, que empezó siendo un diario de una médico rural… y se convirtió en la oportunidad para expresar alegrías, tristezas, injusticias, impotencias… poco a poco se ganó un espacio en la web y sobre todo en la vida de muchas personas, colegas y otros que sin ser colegas se sintieron identificados con muchas historias que se han quedado grabadas aquí, para siempre!.

Los días seguirían pasando, las historias llegarían solas y yo las iba escribiendo en piedra… para que luego mujeres maravillosas como @AndreSamaniego_ (#ruraleando en EcotelTV), @dane_gallardo (#ruraleando en Global Voices), @mariapazza (#ruraleando en El Comercio), crean que #ruraleando debería también escribirse en piedra.

Las reuniones con el Ministerio del Interior y con el Ministerio de Salud me enseñaron que siempre es posible llegar más lejos, si es que en lugar de solamente quejarse, se propone nuevas ideas y se cree tanto en ellas que se insiste lo suficiente como para que algún día te escuchen.

Ahora #ruraleando ya no es solamente mío, sino de aquellos que creen que se puede mejorar la salud pública de este país, de aquellos que saben que es posible, de aquellos que no esperan a que se haga, sino que lo hacen… por eso la necesidad de mostrarles #ruraleando para los nuevos médicos rurales.

Entre los momentos más tristes de este año, pues la abuelita Sara cumplió noventa y cinco años en enero y tres meses después, decidió irse con mi abuelo Segundo… mientras que en septiembre un día después de la cirugía de papá, el abuelito Miguel también decidió irse… y así perdí a mis dos últimos abuelos.

Cuánto he crecido en este año… en lo profesional puedo decir que los seis años en la universidad, no me enseñaron tanto a ser médico como este año, en el que la vida de los pacientes que han llegado hasta mi Patatús me han dado lecciones de ser médico y de ser persona.

No he sentido tanta felicidad NUNCA! Hoy miro atrás, veo el camino recorrido, hago aquello que Jobs decía «unir los puntos hacia atrás», entonces veo que todo me ha traído hasta aquí, los dolores inmensos, aquel diciembre hace años, en el que hasta respirar me dolía… hasta eso me ha traído aquí… para poder decir ESTOY VIVA Y HE HECHO REALIDAD MIS SUEÑOS.

Hoy tengo más sueños para el año que viene y talvez para los siguientes años, si se cumplen será por la inmensa bondad que Dios tiene conmigo. Por el apoyo de mis padres y hermanos que siempre caminan conmigo y que me regalan tanta alegría… y si no se cumplieran, será porque hay otros que esperan que los encuentre.

GRACIAS infinitas a quienes han creído que todo esto es posible, tanto que hasta hay un #ruraleando libro!.

… y a quien camina conmigo SIEMPRE, enseñándome a pescar y ayudándome a crecer… a volar «alto, cada vez más alto».

¡QUÉ GRAN AÑO HEMOS VIVIDO!

«La colina de la vida»

Día 327 (24-12-2013) noche buena lejos de casa

En navidad todos corremos, pero ninguno a buscar a aquel por el que se supone se festeja la navidad…

Preparamos cenas, compramos regalos… hacemos una agenda de eventos… pero… ¿realmente estamos preparados para la verdadera navidad?. Recuerdo que esta fecha me ha deprimido desde niña, no me gusta, sin embargo hago lo posible para contagiarme de aquel «espíritu» que todos muestran en estas épocas.

Nos hemos reunido en el subcentro, un almuerzo entre todos, sentados, compartiendo al mismo tiempo, riendo, contando historias, haciendo bromas.

Qué diferente es todo cuando dejamos de lado el estrés!.

Eran las cinco de la tarde y recién salíamos del subcentro a nuestros destinos para noche buena y navidad. Luego de concluido el festejo del cumpleaños de Amparito y de la navidad en el subcentro de Patatús… las puertas se cerraron.

Amparito se ofreció a llevarme a Quito hasta Quitumbe, el viaje fue toda una aventura, hasta con desprendimiento de la lámina de polarizados de los vidrios de la parte posterior. Luego de unas horas ya estaba con mi hermano, listos para salir nuevamente.

MI hermano del alma Pablo José había preparado la cena navideña, su esposa Pao estaba de turno sin embargo pudo cenar con nosotros y compartir un pedacito de la noche buena con nosotros, los cuatro que de una u otra manera somos familia por la sangre o porque la vida ha unido nuestros caminos y hemos hecho de esta amistad una hermandad.

Es una navidad diferente, estar lejos de casa duele un poco, sin embargo mi ñaño José estaba conmigo y entonces era mi pedacito de familia.

Ha sido una navidad diferente, pero ha sido una hermosa navidad!.

la «azul navidad» de los Erráez-Ordóñez

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