Archivo para vida

Día 365 (31-01-2014) un año #ruraleando

No sé si estoy lista para este día, no lo supe nunca… Sabía que llegaría, pero no pensé que llegaría tan rápido.

Un año ha pasado y bien dicen que cuando uno hace algo que le gusta, el tiempo no deja de escaparse.

Quien diría que mi rural sería en un lugar jamás imaginado… si uno pasa planeando todo… pero Patután tenía mi nombre y yo… yo lo hice parte de mi.

¡Cuánto he crecido en este año!, vivir lejos de casa, sin ningún conocido cerca… labrando camino para sembrar un sueño… hoy miro aquel sendero y ya encuentro frutos, porque he sembrado a pulso y he creído que era posible.

Mi vida se ha transformado, mi profesión también! cuando imaginaba ser médico, jamás imaginé que sería así, así de doloroso a veces, así de difícil otras… así de gratificante, cuando los niños a quienes has curado corren a abrazarte y llenarte de besos… fui doctora en un lugar inimaginable y fui una doctora que tampoco imaginé que sería.

¿Que si me duele irme? me duele hasta el tuétano! porque no sé qué pasará luego, con mi gente de Patután, no sé si las neumonías volverán, si los dolores serán más grandes, no sé si un día recogerán la basura… no sé, porque no estaré ahí… me duele porque me faltarán los abrazos de mis enanos, porque sé que crecerán y yo tampoco los veré… me duele porque tengo miedo que un día me olviden, mientras yo los lleve conmigo en cada paso.

También siento ilusión, por esos días mejores… porque se viene un centro de salud nuevo e innovador, porque estarán más cómodos, porque podrán aprender a hacer actividades que mejorarán su salud, porque tendrán personas que las guien, porque el equipo de trabajo será más grande.

A veces creo que no pude hacer todo lo que deseaba… y eso enoja un poco… es como sentir un pendiente, pero en la medicatura rural siempre hay puntos suspensivos… solamente anhelo que esos puntos suspensivos que hoy dejo, no sean los mismos que queden para el siguiente doctor en #ruraleando, sino que cambien, que las vidas cambien, que las historias cambien.

Me asusta lo que viene, porque empiezo la verdadera etapa de buscar trabajo, de esperar a la convocatoria de posgrado, de entrar a uno, de seguir creciendo, escribiendo historias… de seguir luchando desde cualquier trinchera.

Me duele el alma, esa es la única verdad, siento que me dejo en este lugar, cuyo nombre no podía ni pronunciar los primeros días y que hoy se siente como mío, como si hubiera pasado más de un año aquí… como si me la hubiera jugado todo por este sitio que nadie conocía y que a muchos ha llegado por medio de este blog.

Siento orgullo de haber hecho realidad el propósito de la medicatura rural y de contarla diariamente, he sentido el cariño, el enojo, la ilusión, la impotencia, la solidaridad de muchas personas que lo leían… que estando lejos me acompañaban en cada post nuevo.

Aquí está mi vida de médico rural, escrita en 366 entradas de un blog que era eso, un simple blog entre miles de blogs en el mundo… hoy ya ni se siente como blog, se siente como oportunidad, se siente como victoria, se siente como proyecto, como presente y futuro…

GRACIAS INFINITAS a todos ustedes que poco a poco cayeron en esta aventura, por ser mis colegas en cada escrito, por ser mi energía, por convertirse en mi voz… por estar cerca…

Alguna vez leí una frase que dice:

Si tus sueños no te asustan, no son lo suficientemente grandes

Les presento el lugar donde hice realidad mis primeros sueños, como médico rural.

Subcentro de Salud Patután

Día 364 (30-01-2014) las maletas están hechas

Me dormí en la madrugada porque empecé a hacer las maletas para el regreso… era inevitable recordar cuando las hacía para venir a este sitio desconocido, para vivir un año lejos de casa, sin conocidos cerca…

Lloraba tanto aquella noche en Loxa, imaginando lo que se me venía encima, todo era desconocido… hoy… las maletas van un poco húmedas, porque también he derramado lágrimas… cuánto he aprendido en este tiempo, cuan diferente soy de lo que vine… cuanta gente nueva tiene ahora un lugar en mi vida…

Dos maletas, dos maletas negras… y en ninguna entra esta gran historia escrita!

Me he pasado seis horas de este día, persiguiendo gente, presentando informes, mendigando firmas, presentando oficios para agilitar los trámites de farmacia… y solamente dos de las personas que me firmaron la hoja, se detuvieron a hablar conmigo y a aconsejarme para lo que vendrá, la licenciada Coba con quien compartimos pocas veces, pero que siempre nos halaba las orejas porque no cumplíamos las metas con el programa de tuberculosis, hoy… mientras revisaba los informes, nos dijo que nos desea lo mejor, que hagamos siempre bien las cosas, donde sea que vayan, hagan lo mejor. Se me llenan los ojos de lágrimas de recordar eso, a veces uno cree que no le importa mayor cosa a la gente, pero un día, cuando ya te vas, te regalan unos minutos para darte ánimo y aconsejarte… esa es la verdadera razón de #ruraleando, porque esto no se ve en los informes ni papeles… esto se lleva dentro, para siempre… porque te cambia por completo.

La otra persona, fue la Dra. Grace, que dice que va a extrañar con quien pelear, es que siempre le refutaba cosas, sin embargo nos llevamos bien, siempre nos respetamos y nos tuvimos cariño… le dije que ella ha sido una de las mejores personas que he conocido en el año, porque lo es!, pudimos discutir muchas veces, pero jamás hubo falta de respeto, mucho menos de cariño. Por eso es importante.

Y siento aquello que Ismael Serrano describe como «principio de incertidumbre»

Puede que todo siga igual.
También puede que no sea así.
Quizás banderas blancas
tu habitación alumbren
y mi amor esté cerca
y los dioses duden.
Y este sea un buen principio,
principio de incertidumbre.

Día 363 (29-01-2014) arreglando el problema de farmacia

Hoy volví a Patatús, no mismo puedo irme, siempre hay algo que me lleva de regreso… en este caso era el problema con los supuestos faltantes en el inventario de la medicación. Así que la Licenciada Mercedes y yo, nos sentamos desde las once hasta las cuatro y media a arreglar y buscar cada error de parte del personal de farmacia del área, para ponerlo en el oficio que hay que entregar, para que den el visto bueno y puedan arreglar los errores.

En pocas palabras, les hicimos el trabajo, todo para que puedan firmarme la hoja y poder salir en libertad de la rural… aunque hay otras firmas que aún me faltan recoger… pero si no está la de farmacia, tampoco puedo sacar el resto.

Parece que todo está arreglado, esperemos a ver qué sucede en estos pocos días que me quedan en Latacunga.

Día 362 (28-01-2014) feliz cumpleaños papá!!!

Papá y yo no siempre fuimos tan unidos como ahora. De hecho nos pasamos años buscándonos errores… para que luego, después de una gran discusión, convertirnos en lo que somos… no tengo palabras para describir muy bien lo que somos, pero puedo decir que pasamos más tiempo en abrazos y cariños que en resentimientos y enojos.

Hemos caminado bastante, y nos ha costado adaptarnos en medio del camino, pero que buena caminata ha sido. Recuerdo cuando me gradué de médico, solamente le dije «gracias por todo, este triunfo es tuyo, lo sabes», sé que más de una vez creyó que no sería posible, porque tuve tantos tropiezos mientras intenté ser médico… pero papá estuvo ahí, a veces enojado, pero siempre estuvo.

Hoy es su cumpleaños y estamos lejos… como si supiera todos los años que lo tendré cerca… duele la distancia en estas fechas especiales, cuando dan ganas de abrazar más, de mimar al cumpleañero… pero, así mismo es la vida dice papá… es parte de crecer.

En unos días más nos veremos, ya vuelvo a casa… vuelvo a mi ciudad, a mi familia, a mis sitios favoritos, con mi gente favorita…

Feliz cumpleaños Clodo de mi vida! gracias por el apoyo, por el amor, por los principios, pero sobre todo porque me enseñaste que es posible hacer realidad lo que uno sueña, pero que se necesita trabajar para eso.

Te amo pa!

Día 361 (27-01-2014) «doctora, viva en un hotel estos días»

Hoy tenía un propósito, recolectar la mayor cantidad de firmas para poder sacar mi certificado de médico rural… Así que me levanté temprano para escuchar a la Ministra Vance hablar sobre el Código Orgánico Integral Penal, para luego ir directo al Área de Salud número 1.

Llegué y el primer doctor al que busqué, no estaba, no sé si llegó más tarde… el problema es que ahora intentan inaugurar un Centro de Salud en Cotopaxi, así que todos van y vienen… corren, saltan… todo por lograrlo, eso implica que hay que tener un poco de suerte para encontrar a las personas en su lugar de trabajo… a menos que quieras ir a buscarlos en donde construyen la obra…

Decidí cambiar el plan y fui a buscar las otras firmas, conseguí dos, luego terminé con «mamá» Racines uno de los informes que tengo que presentar, caminé por los pasillos, hasta que me encontré con la encargada de farmacia del Área que también tiene que firmarme la hoja… recién la conocí porque es nueva en su cargo, así que cuando me presenté me dijo «uy! no puedo firmarle la hoja porque ustedes en Patután tienen muchos faltantes»… en ese momento yo descubría esa realidad, que me parecía extraña, porque el último inventario salió bastante bien… así que le pregunté que cómo podría ayudarme, pero, sorpresa! ella también se iba al nuevo Centro de Salud, así que me dijo que regrese en la tarde «para ver cómo le puedo ayudar».

Esperé horas, hasta que sean las cuatro de la tarde, mientras tanto llamé a Mayra que es la jefa de Patután, le conté y dijo que ella iba en la tarde junto con la encargada de farmacia… para ese momento me di cuenta que no lograría recolectar todo hasta este viernes… y todo se complica… el arriendo se acaba, el tiempo también, las ganas de volver a casa, el enviar las cosas… no saber si ir a Loxa mientras las cosas se arreglan, ir a Quito, que está cerca y me permitiría viajar más seguido…

Llegué a las cuatro de la tarde, entonces empezamos a aclarar aquellos «faltantes»… resulta que la persona que estaba encargada, no hizo los ingresos y egresos de algunos medicamentos y por eso el registro en el Área, no coincide con el de Patután… por eso se supone que nos faltan, por ejemplo dos mil Paracetamol en tabletas, DOS MIL… En un momento decidí decirle a la encargada de farmacia que esta era mi última semana, que soy de Loxa, que ya se termina mi arriendo de enero y que mi intención es hacer los trámites durante estos días y que con este problema va a ser imposible… entonces escuché algo que más que deprimirme, me llenó de indignación, me dijo «doctora, viva en un hotel estos días», así de bien está el mundo, cuando la empatía es utopía, cuando tu trabajo bien hecho vale poco para alguien que ni te conoce, para quien eres solamente un poco de faltantes en una percha de medicinas… para alguien a quien debes pagarle una cantidad de dinero que corresponde a aquello que falta en tu unidad operativa… y que solamente ahí te dan su firma.

Somos lo mismo que un pinche interno pero con un sello que dice médico… somos bodegueros, emperchadores, secretarios, máquinas de recetas… y somos médicos para cuando te piden informes y cosas de un día para el otro… pero cuando tu necesitas algo… eres un número más, un nombre más en el rol de pagos… con suerte te verán como altanero… a veces… ni se acordarán de ti.

Y luego de pensar… la solución a todo esto, es como siempre por el mismo medio, «hacer un oficio a la jefa, para que autorice, de el visto bueno y así poder modificar el documento…», burocracia!.

Ya nada… mañana será otro día

A %d blogueros les gusta esto: