Me dormí en la madrugada porque empecé a hacer las maletas para el regreso… era inevitable recordar cuando las hacía para venir a este sitio desconocido, para vivir un año lejos de casa, sin conocidos cerca…
Lloraba tanto aquella noche en Loxa, imaginando lo que se me venía encima, todo era desconocido… hoy… las maletas van un poco húmedas, porque también he derramado lágrimas… cuánto he aprendido en este tiempo, cuan diferente soy de lo que vine… cuanta gente nueva tiene ahora un lugar en mi vida…
Dos maletas, dos maletas negras… y en ninguna entra esta gran historia escrita!
Me he pasado seis horas de este día, persiguiendo gente, presentando informes, mendigando firmas, presentando oficios para agilitar los trámites de farmacia… y solamente dos de las personas que me firmaron la hoja, se detuvieron a hablar conmigo y a aconsejarme para lo que vendrá, la licenciada Coba con quien compartimos pocas veces, pero que siempre nos halaba las orejas porque no cumplíamos las metas con el programa de tuberculosis, hoy… mientras revisaba los informes, nos dijo que nos desea lo mejor, que hagamos siempre bien las cosas, donde sea que vayan, hagan lo mejor. Se me llenan los ojos de lágrimas de recordar eso, a veces uno cree que no le importa mayor cosa a la gente, pero un día, cuando ya te vas, te regalan unos minutos para darte ánimo y aconsejarte… esa es la verdadera razón de #ruraleando, porque esto no se ve en los informes ni papeles… esto se lleva dentro, para siempre… porque te cambia por completo.
La otra persona, fue la Dra. Grace, que dice que va a extrañar con quien pelear, es que siempre le refutaba cosas, sin embargo nos llevamos bien, siempre nos respetamos y nos tuvimos cariño… le dije que ella ha sido una de las mejores personas que he conocido en el año, porque lo es!, pudimos discutir muchas veces, pero jamás hubo falta de respeto, mucho menos de cariño. Por eso es importante.
Y siento aquello que Ismael Serrano describe como «principio de incertidumbre»
Puede que todo siga igual.
También puede que no sea así.
Quizás banderas blancas
tu habitación alumbren
y mi amor esté cerca
y los dioses duden.
Y este sea un buen principio,
principio de incertidumbre.