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Día 286 (13-11-2013) el acceso a transporte no es acaso parte de un sistema de salud?

Ayer me pasaron este video, antes del enlace decía «podría interesarte», así que hice click… de repente me sorprendía el título del video «Ecuador cuenta con uno de los mejores sistemas de salud en el mundo», entonces seguí viendo, sorprendida, no lo niego, pero tenía que verlo para juzgarlo. Luego de hacerlo, pues recordé que cuando escuché que Ecuador estaba entre los mejores 20 sistemas de salud, escribí un post llamado «de verdad el sistema de salud del Ecuador está entre los mejores 20 del mundo?».

Dejando de lado esto (por un momento), hablemos sobre el acceso a una institución de salud que tienen (o no) las poblaciones del Ecuador.

Tomemos como ejemplo Patután que fue mi primer lugar de trabajo. Un subcentro de salud con un flujo de pacientes bastante elevado, con el suficiente personal de salud para abastecerlo, con servicios de medicina general, obstetricia, odontología, enfermería, vacunas. Hasta ahí todo se ve bastante bien, ahora hablemos sobre el acceso a transporte que tienen todas las personas que pertenecen a la unidad operativa de Patután. Para llegar a Patután existe una línea de transporte, la «Sultana de Cotopaxi», cuya parada final es la plaza central de Patután, o a veces la entrada a Patután porque «son las ocho de la mañana y hay que desayunar», sin embargo la gente llega a Patután en bus, otras pueden tomar un taxi, que presta los servicios hasta Patután, también hay otra línea de transporte que se llama «Citulasa» pero que tiene como última parada el barrio «La Calera» que está a varios minutos de distancia de Patután.

En resumen, un paciente promedio, que decide ir a Patután a solicitar atención, debe pagar veinticinco centavos para poder llegar hasta el subcentro. Eso es una gran ventaja!

Ahora, pasemos a Mulaló, que es mi nuevo sitio de rural. Para mi que vivo en Latacunga, llegar al subcentro implica, despertarme a las seis de la mañana, caminar hasta el terminal, tomar el bus que sale cada quince minutos y se demora alrededor de treinta a cuarenta y cinco minutos hasta llegar a la plaza central de Mulaló. El sector es bastante frío, mucho viento… las personas llegan a «ganar un turno» en la madrugada.

En mi primer día de trabajo, le pregunté a Evelyn (otra compañera rural) si hay la posibilidad de agendar los turnos, para evitar que las personas madruguen o que tengan que esperar por horas hasta ser atendidos sino que les damos una hora y regresan para su cita, Evelyn y Miriam respondieron que es una gran idea, pero que no se podría aplicar porque las personas viven muy lejos y prefieren quedarse hasta que los atiendan, «hay gente que paga carrera para venir al subcentro». Yo me sorprendí, pero no dije nada más.

Hoy tuve la oportunidad de hacer visita domiciliaria, primero fui a conocer a Leticia, que tiene 91 años, sufre de hipertensión, diabetes y hace unos días tiene tos. La revisé y conversé con sus familiares, resulta que su tos está relacionada con su acumulación de líquido, luego de explicarle a sus familiares cómo darle la medicación y qué hacer, me despedí y regresé al subcentro de la misma forma en la que fui donde Leticia, en el auto de una de sus hijas.

Un par de horas después Evelyn me dice «me voy a la curación» entonces le digo que vayamos juntas, para conocer dónde es… Hace un par de meses el Área de Salud nos ayuda con los carros para ir hasta los sitios donde tenemos que hacer curaciones o entregar medicación, así que hoy el carro del área nos llevaría hasta el sitio donde se encontraba nuestra paciente.

Me subí al carro, íbamos conversando y el tiempo seguía pasando y nosotros no llegábamos, de repente solamente se veían árboles, terrenos abandonados y florícolas (que son la fuente de ingreso más fuerte en Mulaló).

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Decidí aprovechar el tiempo de recorrido para preguntar «¿cómo hacen las personas para llegar hasta el subcentro?» la respuesta me dejaría sorprendida! «a los pacientes a veces les resulta mejor salir a la carretera Panamericana e irse a Lasso o Latacunga, porque ir al subcentro de Mulaló les resulta muy lejos», yo estaba callada, y en los minutos de camino nada más veía la carretera y ningún carro aparecía, ni bus, ni taxi, ni auto… NADA.

De regreso, encendí el cronómetro del teléfono para medir el tiempo que nos demorábamos desde la casa de nuestra paciente hasta llegar al subcentro.

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Aproximadamente quince minutos de viaje, en carro propio fue lo que tardamos!.

Ahora pensemos en los que no tienen bus, taxi, ni carro del área de salud, mucho menos carro propio… cuánto tiempo de caminata sería llegar hasta el subcentro? en la madrugada! cuán difícil es llegar hasta el subcentro, que la gente prefiere salir a la Panamericana para dirigirse a Latacunga o a Lasso que es el sitio más cercano.

Entonces, dicho esto, volvamos a esta maravillosa nota que dice que somos parte de uno de los mejores 20 sistemas de salud DEL MUNDO!. Mulaló podría tener un hospital, con los mejores especialistas, con los mejores equipos, con toda la medicación… pero el único problema es que la gente no puede llegar hasta ahí.

Podría estar equivocada, aunque no creo… pero si hablamos de sistemas de salud, eso también incluye medios de transporte y calidad de las vías para tener acceso a servicios de salud. Entonces por un lado tenemos lindas carreteras, pero no tenemos buenas unidades de salud… y por otro lado tenemos buenas unidades de salud, lindas carreteras, pero no tenemos medios de transporte.

Aquí hablamos de recursos (otra vez), porque hay medicina en las perchas, hay médicos, enfermeras, odontólogos, auxiliares de enfermería… todos ganando sueldo, pero los pacientes no pueden ir al sitio donde trabajan todos ellos, entonces ¿cómo se justifica toda esa inversión?. La respuesta más rápida podría ser «que vayan a verlos», sin embargo eso también implica recursos y tiempo. Y como a los jefes les gusta mucho el número de pacientes, pues no alcanzaríamos sus metas… y tampoco generaríamos la salud que buscamos.

En Patután, el nebulizador nos ayudaría mucho, en Mulaló nos ayudaría mucho un medio de trasnporte para los pacientes, para luego si darnos cuenta si necesitamos o no algo similar a un nebulizador.

Día 285 (12-11-2013) empezar con buenas energías

Bien dicen por ahí que todo depende de la actitud que tengas para realizar ciertas cosas… eso es justamente lo que comprobé hoy! Llegué a Mulaló llena de energías, las que vine cargando desde Loxa…

Los pacientes en el nuevo subcentro son muchos, sin embargo tienen esa actitud tan cariñosa, hasta ya me han dicho que no me vaya de ahí… como diría alguien «es que aún no te conocen a fondo».

Estoy agotada, me caigo de sueño, de hecho duermo en el bus cuando voy y regreso del trabajo… a pesar de ese cansancio, siento muy buena energía en este corto tiempo en Mulaló… me agrada el ambiente.

Hay que seguir, caminar, trazar una ruta…

Día 282 (09-11-2013) soñar y hacer realidad los sueños…

Sábado de: estar en Loxa…

… de disfrutar, de hacer proyectos… de compartir… de vivir… de ser feliz… de soñar y de hacer realidad los sueños…

Día 281 (08-11-2013) ¿cómo es Loxa?

Loxa sigue siendo ese lugar donde la gente camina y sonríe… donde nada está tan lejos como para demorarte más de quince minutos en llegar… sigue siendo esa ciudad con el clima raro y bipolar, en la mañana el sol quemando hasta los pensamientos y horas más tarde la lluvia nos baña a todos…

Loxa sigue siendo esa ciudad en la que puedes caminar a las casi tres de la mañana y dirigirte desde el bar donde te tomaste unas bielas hasta llegar a casa, acompañada de uno de tus mejores amigos , mientras te ríes y hablas de cualquier cosa de la vida… sin que nadie te asalte, ni te asuste… ni te haga daño.

… y también sigue siendo esa ciudad que espera que alguien, como una especie de superhéroe político… haga algo por ella…

… y a pesar de eso… yo sigo sembrando sueños en esta ciudad!

 

Día 278 (05-11-2013) hasta luego Patatús, hola Mulaló!!!

Cuántos proyectos uno se traza en la vida, imaginando que todo será como pensamos… pero luego, todo cambia y es una nueva oportunidad… aunque se tengan que cambiar los planes.

Eso ha pasado hoy, que me han informado sobre mi cambio, desde el jueves, mi nuevo subcentro será el de Mulaló. No voy a mentir, pero la nostalgia me invade cuando pienso en que a lo mejor y no pueda regresar a mi Patatús, se me vienen a la mente las imágenes de todas aquellas personas que se han ganado un espacio en mi alma… y pensar en la posibilidad de que no nos volvamos a ver… pues me asusta un poco, me entristece más. Sin embargo, no puedo negar que me emociona el cambio, sería como empezar de nuevo, un nuevo proyecto, nuevas personas, nuevas historias… Soy de las que cree que el lugar que ocupamos, no es coincidencia, sino que tiene un motivo… una misión (así le llamo yo), así que estoy segura que alguna misión tengo pendiente en Mulaló y por eso voy allá.

Aún no sabemos si el cambio es permanente o nada más hasta que llegue el nuevo médico rural…

No me dejo llevar por la nostalgia, más bien me dejo llenar por la ilusión y la alegría de lo que vendrá! sé que hay mucho por hacer, así que a ponerse a trabajar!

No me despediré de Patatús, no lo haré! solamente le diré hasta luego… y saludaré a Mulaló con mucha alegría e ilusión!

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