Día 97 (08-05-2013) de la utopía a la rural

Hoy tuve la reunión de área, todo igual, bueno no tanto porque hoy escuché varias cosas que me enojaron a un punto en que dejé de lado esa parte paciente que me acompaña a todos lados… y pues tuve que decir unas cositas solamente para dejar claras otras.

Hoy sentí en carne viva la palabra «utopía», han pasado años en los que todos, no solamente el Ministerio de Salud Pública del Ecuador sueñan con cambios que generen calidad de vida… pero de soñar algo para hacerlo realidad hay mucho MUCHO de por medio.

Lo primero que escuché y me molestó sin llegar todavía a hacerme hablar fue algo similar a que «los médicos generales ya no serán tan necesarios, porque se necesitan médicos familiares», dónde me perdí? si la mayoría de personal médico que existe en los puestos, subcentros y hasta centros de salud somos médicos generales, que usualmente estamos en nuestro año rural… cómo es posible que no seamos tan necesarios? si gracias a nosotros hay muchas cosas que se han dado… tomando en cuenta los mil informes que hacemos, para un sinnúmero de programas… los médicos rurales somos para el ministerio de salud lo que los internos rotativos son para los hospitales.

De ahí se vinieron los proyectos, los sueños, lo que «con el tiempo se logrará», hasta hablaron sobre los «objetivos del milenio» que hace rato que debían cumplirse y que en salud con las justas hemos logrado disminuir el número de muertes materno-infantiles… pero del resto…

Y llegó el momento en el que dicen: el médico rural debería involucrarse con la comunidad, generar cambios culturales para bien de todos, hasta generar la microindustria… en ese instante ya fue cuando la Niche pidió la palabra… Todo le piden al médico rural por ejemplo: de un día para otro charlas, informes con fotos, ferias de la salud, cuatro pacientes por hora, productividad, ir a la comunidad, llegar a la meta con vacunas, programas y etc! pero la realidad es que yo con las justas me levanto al baño una vez entre las ocho de la mañana y las cuatro y media de la tarde, entonces la utopía es una cosa, la realidad es otra.

En Patután me tropiezo con la basura que es parte del activo fijo del parque de la plaza… y no puedo siquiera hablar con el señor encargado de la parroquia, porque cuando llego mis pacientes están esperando que los atienda… no he salido a comunidad excepto cuando he hecho las curaciones de Mariano y fui a visitar a mi viejito en su casa… entonces cómo es que puedo generar incluso la microindustria? pero eso no era todo, sino que yo ya estaba bastante molesta hablando sobre estos temas sin embargo lo que potenció más mi enojo (muy bien disimulado) fue encontrar a aquella doctora maravillosa que siempre hace todo, puede todo y cumple todo… y que venga a decirme cómo debo y puedo hacer las cosas… Yo la verdad es que me sorprendo de mi tolerancia que sube y sube!!!

A la final luego de varias horas de muchas cosas, y de que me digan que hay que presentar otras muchas cosas más… lo único que quería era salir de esa reunión… y lo logré! salí pensando en que hay tanto por hacer y que aunque el norte lo tenemos todos establecido… la mayoría hace el camino que quiere cuando la idea sería caminar juntos… sí ya se que esto también cae en la utopía…

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