Archivo para marzo 2013

Día 48 (20-03-2013) Practicando para cirujana cardiotorácica

Eso de que «el mejor día de la semana es el miércoles sí señor» definitivamente queda para la publicidad de la lotería, porque hoy en lugar de ganarme el reintegro, pues me gané unos centímetros cúbicos extra de bilis.

Media hora después de llegar al subcentro el primer round con la madre de un paciente, grito y más grito; más tarde malas caras, luego una entrevista para un canal local que ni siquiera vi en la caja boba… y entre todo la Pazhita (@mariapazza) me envía un DM que me alegraría el resto del día, claro si es que el chofer del bus al que me subí no me hubiese gritado.

Lo que pasaría después solamente sería la cumbre del miércoles.

Creo que a todos alguna vez en la vida nos pasó que alguien hizo algo que nosotros vimos y creímos que podíamos hacer. Yo más de una vez vi como me hacían un hueco en el pecho y me sacaban por partes el corazón… solamente hasta hoy (años después) me di cuenta que podría hacer lo mismo.

Los cirujanos cardiotorácicos hacen eso, abren el pecho de la gente, con equipo especial, meten las manos y rebuscan hasta sacar… entre sacar casi siempre encuentran un corazón herido al que intentan salvar. Hoy creo que podría ser cardiotorácica porque puedo abrirle el pecho a alguien y sacarle el corazón de un solo tirón.  El problema es que hoy no he sacado un corazón enfermo, sino que he metido la mano en el pecho equivocado y he sacado un corazón que tardó varios años en sanarse.

cardio

Día 47 (19-03-2013) Lleve su denuncia calientita

Martes, aún enferma, 28 turnos sin contar emergencias ni curaciones, las llaves de farmacia y estadística reposando en la casa de la licenciada del subcentro, la gente diciéndome «no sea malita»… Luego de que logramos sacar las historias y entregar la medicación gracias al señor chofer del bus que nos trajo las llaves desde la casa de la «licen» hasta nuestro sitio de trabajo, sabíamos que el día se nos venía encima.

Creo que pasó como a las once de la mañana, que mientras estaba en el consultorio con unos pacientes, alguien entra súbitamente (a veces ya no me sorprende eso), era el odontólogo que se sienta y me dice «doctora, me llaman del Área para decirme que les ha llegado una denuncia, de que no estamos atendiendo, que no hay enfermera y que hemos enviado a un poco de gente para que se hagan atender en Latacunga», yo me quedo en estado de espasmo muscular generalizado y antes de que conteste a lo que el doctor me estaba diciendo, suena el celular de nuevo y contesto, «Buenos, días! con quién tengo el gusto?» y era la misma encargada de talento humano que según me dijo llamaba para confirmar mi versión luego de recibir la denuncia. Mis respuestas fueron claras, educadas y explicativas: «tengo en el subcentro trabajando a los dos odontólogos, la obstetriz, la enfermera rural y yo… la otra enfermera está en una reunión en el Área» todo se terminó con un «muchas gracias doctora» y la doctora Niche deseándole un buen día a la señorita maravillosa de talento humano.

Hace rato que vivo mi vida poniendo al resto como una parte muy importante, más cuando supe que quería ser médico, porque a partir de ese momento dije «mi vida no es mi vida, sino la de mis pacientes» y por eso talvez es tan difícil que el resto me entienda o entienda mi profesión, ni siquiera mis padres me entendían a veces cuando no contestaba el celular porque estaba en cirugías, o no alcanzaba a comer, o a dormir, o con las justas me cambiaba para ir a la universidad… Por eso lo de hoy no me afecta, no me afecta que vaya alguien a decir que no trabajo, que no cumplo, que no hago lo que tengo que hacer. Y no me afecta porque he visto cosas peores, que se fundamentan en mentiras.

Mi trabajo no esta en tela de duda, porque yo no me lo permito, porque no va conmigo y porque me encanta, me ¡¡¡ENCANTA!!! tener autoridad moral para reclamar cosas.

trabajo

Día 46 (18-03-2013) La doctora enferma

El viaje de regreso a Latacunga fue fatal, escalofrío, fiebre, malestar, nausea, vómito… hasta que llegaron las seis de la mañana y bajé en la Panamerica para luego de eso tomar un taxi que me traiga al hotel.  Llegué destruída, cansada, con sueño, deshidratada… tenía media hora para dormir así que la aproveché y luego empecé la rutina de todos los días laborables.

Los lunes son bastante copados de pacientes, sin embargo en este lunes, la paciente más golpeada era la doctora. Empecé haciendo una curación, el paciente fue operado de una colecistectomía (le sacaron la vesícula), pero no por vía laparoscópica, de hecho tiene una incisión debajo de la apófisis xifoides, que antes no había visto como parte de un procedimiento quirúrgico para cirugúa, en fin; cuando el paciente llegó, la herida estaba abierta por una «dehiscencia de suturas» lo que quiere decir que los puntos se rompen y la herida se abre. Hace algunos días ya lo revisé y le expliqué que es una herida que se irá cerrando poco a poco; hoy llegó con uno de sus hijos, el mismo que me dijo «doctorita, lo llevé a mi papi al centro de salud de Latacunga y pues me mandaron asustado, porque la doctora que lo vio me dijo que cómo es posible que no le pongan crema, o le cosan de nuevo, que lo manden al hospital» yo solamente me reía mientras escuchaba eso, entonces lo miro y le digo «de ley que le dijeron ¿quién será pues esa doctora? que no tiene idea de lo peligroso que es tener una herida abierta» el señor me mira y se ríe y me dice «sí doctorita, justo eso me dijo».

No me sorprenden ese tipo de cosas, las vengo escuchando incluso en mi formación profesional, médicos generando malos comentarios de otros colegas, ganándose «clientela» de la manera menos honesta… El papel fundamental aquí es hacer del conocimiento tu mejor aliado y a la vez tu mejor respuesta, eso hice hoy, en primer lugar le hice saber al familiar de mi paciente que entiendo su preocupación y malestar, pero que lo que esa herida necesita es agua y jabón sobre la herida y eso se irá cerrando con el tiempo, no se puede usar suturas porque se abrirían de nuevo porque la piel no está lista para recibir puntos, también contarle que el paciente permanece con tratamiento antibiótico que evita la infección… y aclararle que el problema solamente está en la piel y que el resto de planos están completamente suturados así que los órganos no corren riesgo. Una vez que le expliqué todo esto, el señor me miró y dijo «ahora si me deja tranquilo, porque me explicó todo lo que yo no sabía».

El día fue cansado y de verdad me sentía enferma, a un punto que me quedaba dormida llenando hojas, continué mi medicación y también la atención de mis pacientes.

Hoy he recibido GRANDES alegrías! y eso, eso hace que la tos, la gripe, el malestar casi ni existan.  Porque tengo el alma llena de ilusión y alegría!

Hoy suena en mi mente de nuevo «La edad del cielo»

Día 45 (17-03-2013) Entre fiebre y rinorrea

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Ayer yo estaba entre unos amigos que se encontraban un poco congestionados. Resulta que a estas alturas de mi vida y a un poco más de una hora para mi viaje de regreso a Latacunga, estoy que no me aguanto el malestar, la congestión y la fiebre. Como buena doctora, desde la mañana he estado tomando medicación, pero aun estoy maluca. De Latacunga vine mal de la panza y de Loxa regreso enferma pero con mocos y fiebre.

Han sido días hermosos en casa, con encuentros de gente a la que adoro, que me ha hecho feliz, que me llena de alegrías y con quienes colecciono historias.

Pero la maleta está hecha y el deber y mis sueños me esperan, por ahora me esperan en Latacunga porque los sueños más grandes están sembrados aquí, en la «casita de mis padres mi amor» mis más grandes sueños y anhelos, se encuentran en mi «orillas del Zamora»

Día 44 (16-03-2013) MI VIDA ESTÁ EN LOXA!!!

Chuchaqui! Así empecé mi día, pero feliz! #McDreamy me decía «cuando te gradúes, tienes que hacer como yo, una semana nadar en alcohol» y no es que he cumplido con lo que me aconsejó pero si he festejado y bien!

Estar en Loxa y en casa siempre ha sido maravilloso, pero poder disfrutar de los buenos amigos tiene un gran plus.

Estos días han sido llenos de risas, abrazos, canciones, de brindis. Estoy feliz! Feliz en casa, feliz en Loxa, feliz aquí…

La vida está en Loxa!!! MI VIDA ESTÁ EN LOXA!!!

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