Los lunes siempre casi siempre son inesperados, no sales del descanso o la pereza del fin de semana y ZAS! Es lunes de empezar de nuevo.
Hoy llegué tarde al subcentro porque mientras esperaba el bus en la parada de siempre, minutos después y frente a la cara de una señora que tiene un negocio de venta de periódicos, no pasaba mi bus… Luego de esperar más tiempo y gracias a que la señora no pudo decir algo como «vea pedacito de pendeja, los buses no están pasando por aquí sino más allá» decidí caminar y bueno, la vía estaba cerrada, logré subir al bus, pero ya era tarde para llegar a tiempo.
Hoy tocó charlita porque ayer fue el «Día Mundial de la lucha contra la Tuberculosis» así que mientras la gente estaba en el subcentro con ansias de que empiece la consulta, yo empecé mi charla informativa para luego hacer el respectivo y obligatorio informe para el Ministerio de Salud Pública. No llené a la gente de palabras que no entendería, esto no era una clase de la U, les conté lo que es la enfermedad, cómo se pueden dar cuenta de si la tienen y qué es lo que tienen que hacer. Una vez terminada la charla, empezó la consulta.
El cansancio, la rutina, las enfermedades de siempre, los medicamentos de siempre… Pero los rostros son distintos, cada día conozco a alguien nuevo, cada día las risas son por situaciones diferentes, pero casi siempre hay risas… Casi, porque hoy por ejemplo no tuve un round pero si una conversación con los familiares de una paciente que hace 8 días llegó hecho papel de pálida y deshidratada porque apenas estaba enferma otros ocho días, pero que hoy tenía turno en la mañana conmigo y decidió no ir porque ella estaba de mal genio, de repente el genio se le mejoró en la tarde, para cuando yo tenía un montón de pacientes que atender, así que mientras los familiares me decían el ya clásico «no sea mala Doctorita, atiéndala» el resto de mis pacientes esperaban su atención programada. No atendí a la paciente, les pedí que tomen otro turno para mañana y que la traigan junto con la hoja de contrareferencia del hospital de la atención en emergencia de aquella vez.
De regreso a casa decidí ir a buscar pasaje para viajar a Loxa este jueves, me dije «si hay pasaje, lo compro» así que si hubo y lo compré! Todo indica que el viernes estaré en la «casita de mis padres, mi amor».