Día 46 (18-03-2013) La doctora enferma

El viaje de regreso a Latacunga fue fatal, escalofrío, fiebre, malestar, nausea, vómito… hasta que llegaron las seis de la mañana y bajé en la Panamerica para luego de eso tomar un taxi que me traiga al hotel.  Llegué destruída, cansada, con sueño, deshidratada… tenía media hora para dormir así que la aproveché y luego empecé la rutina de todos los días laborables.

Los lunes son bastante copados de pacientes, sin embargo en este lunes, la paciente más golpeada era la doctora. Empecé haciendo una curación, el paciente fue operado de una colecistectomía (le sacaron la vesícula), pero no por vía laparoscópica, de hecho tiene una incisión debajo de la apófisis xifoides, que antes no había visto como parte de un procedimiento quirúrgico para cirugúa, en fin; cuando el paciente llegó, la herida estaba abierta por una «dehiscencia de suturas» lo que quiere decir que los puntos se rompen y la herida se abre. Hace algunos días ya lo revisé y le expliqué que es una herida que se irá cerrando poco a poco; hoy llegó con uno de sus hijos, el mismo que me dijo «doctorita, lo llevé a mi papi al centro de salud de Latacunga y pues me mandaron asustado, porque la doctora que lo vio me dijo que cómo es posible que no le pongan crema, o le cosan de nuevo, que lo manden al hospital» yo solamente me reía mientras escuchaba eso, entonces lo miro y le digo «de ley que le dijeron ¿quién será pues esa doctora? que no tiene idea de lo peligroso que es tener una herida abierta» el señor me mira y se ríe y me dice «sí doctorita, justo eso me dijo».

No me sorprenden ese tipo de cosas, las vengo escuchando incluso en mi formación profesional, médicos generando malos comentarios de otros colegas, ganándose «clientela» de la manera menos honesta… El papel fundamental aquí es hacer del conocimiento tu mejor aliado y a la vez tu mejor respuesta, eso hice hoy, en primer lugar le hice saber al familiar de mi paciente que entiendo su preocupación y malestar, pero que lo que esa herida necesita es agua y jabón sobre la herida y eso se irá cerrando con el tiempo, no se puede usar suturas porque se abrirían de nuevo porque la piel no está lista para recibir puntos, también contarle que el paciente permanece con tratamiento antibiótico que evita la infección… y aclararle que el problema solamente está en la piel y que el resto de planos están completamente suturados así que los órganos no corren riesgo. Una vez que le expliqué todo esto, el señor me miró y dijo «ahora si me deja tranquilo, porque me explicó todo lo que yo no sabía».

El día fue cansado y de verdad me sentía enferma, a un punto que me quedaba dormida llenando hojas, continué mi medicación y también la atención de mis pacientes.

Hoy he recibido GRANDES alegrías! y eso, eso hace que la tos, la gripe, el malestar casi ni existan.  Porque tengo el alma llena de ilusión y alegría!

Hoy suena en mi mente de nuevo «La edad del cielo»

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