Llegué a Latacunga a eso de las seis de la mañana, tenía el tiempo justo para llegar al hotel donde vivo, cambiarme, dejar las cosas y salir directo a Mulaló.
Si algo he disfrutado de este tiempo trabajando en Mulaló, ha sido el maravilloso paisaje que se ve durante el recorrido hasta llegar al subcentro… el novio Cotopaxi en todo su esplendor, en esa inmensidad… pero hoy… el novio se escondió… se enredó entre nubes…
Al llegar, esperé a que llegue el resto del personal… y cuando lo hicieron, todas tenían cara de sorpresa de verme… entonces Evelyn me dice «Denisse, no te llegó mi mensaje! es que ya tienes que volver a Patután»… en ese momento… tuve una pequeña «asistolia»… no sabía si sonreír o hacer puchero… no lo sabía! porque Patután es mi sitio de siempre, lleno de vida, de recuerdos, de momentos maravillosos… pero Mulaló! ha tenido lo mismo! y en poco tiempo…
Hoy les llevé pan de Loxa a mis compañeras de Mulaló, somos todas mujeres… así que como despedida, decidimos tomar café en grupos… y abrazarnos como una despedida que se sintió como un «espero vernos pronto».
Brenda se incorporó al equipo de médicos rurales el lunes, sí! es la nueva #ruraleando! se nota que aún siente susto… pero hoy conversamos, le comenté todo aquello que usualmente se necesita… le dejé mi mail… y un adhesivo de #ruraleando.
Qué difícil fue despedirme de mis Mulaló’s girls!!! siento que me llevo a cada una de ellas en el alma. Gracias por todo Eve, Seño Miri, Señito Judith, Doc Irma… mucha suerte para Brenda!
… de regreso a Patután… recordaba que hubo un momento en el que creí que no volvería a mi Patatús y me dolía mucho!!! hasta lloraba! me deshidrataba imaginando que no volvería a ver a mis enanos, mis vejetes… mi vida allá…
Pero sigo recibiendo regalos de cumpleaños… y volver a Patután ha sido un gran regalo!!! volver a tomar el bus «San Felipe-La Calera», recorrer la plaza… que sigue llena de basura!
Me tomé mi tiempo para ir a la tienda de Don Francisco y Doña María, y lo primero que me dicen María es «¿de dónde se asoma? ya acá pensamos que no iba a venir nunca», luego entrar al subcentro, ver gente nueva, ya están las nuevas doctoras rurales… todo es nuevo y apenas un mes estuve fuera.
Atendí algunos pacientes… luego a la hora del almuerzo, poco me faltó para correr hasta «La Villa Feliz» para saludar a Don Andrés y Anita… entré como siempre, gritando! jajaja «llegó la alegría de Patután», entonces ya empezaron a hacerse los que se desmayaban de emoción… CUÁNTO HE EXTRAÑADO A ESOS DOS!!!
«Doctora, desde que usted se fue no hacemos ni ají ni café, yo hasta ando de medio duelo» que risa! por un lado recordaba mis almuerzos en Mulaló, todas comiendo en la misma mesa, riendo y hablando… y por otro lado, ahí estábamos riendo, hablando locuras… igualándonos los cuadernos!
Definitivamente… Patután es mi alegría!!! y por suerte… no es como Macondo!!!